“Cada una de nosotras debe tomar la bandera de la Libertad, de la Igualdad y de la Sororidad”

Feb 22, 2021 | SUCESOS MASÓNICOS

​Q.·. H.·. Mariela Rodríguez, Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de Argentina:

“Cada una de nosotras debe tomar la bandera de la Libertad, de la Igualdad y de la Sororidad”

Ya al término de su periodo como Gran Maestra de la Gran Logia Femenina Argentina, la Q.·. H.·. Mariela Rodríguez Ruiz, también presidenta de la Federación Latinoamericana de Masonerías Femeninas (FAMAF), habla sobre sobre el crecimiento institucional en Argentina y en el continente Americano.

La Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de Argentina, Q.·. H.·. Mariela Rodríguez Ruiz se inició el año 2003 en la A.·. y R.·. L.·. Tres Rosas nº1, el primer taller fundado en la Gran Logia Femenina de Argentina. Antes de ocupar el máximo cargo en la Masonería Femenina Argentina se desempeñó como Pro Gran Maestra y 2º Gran Vigilante, Gran Experta y en su Logia Madre los cargos de Venerable Maestra, Oradora y 1º Vigilante. En el cargo de Presidenta de FAMAF ya cumplió un año y permanecerá en el hasta 2022.

Es 1 generación de Masones, tiene 49 años, es Médica de profesión con especialidad Otorrinolaringóloga, hoy trabaja en el Hospital Pirovano de Buenos Aires, en estos momentos es la coordinadora médica de una unidad interdisciplinaria que atiende enfermos post Covid-19, quienes explica, sufren de trastornos diversos como pérdida de memoria, atrofia muscular o depresión. Es soltera, tiene pareja y no tiene hijos.

Con la sonrisa a flor de labios, franca y directa como buena argentina que es, infatigable en en lo profano y masónico, siempre dispuesta a ir un paso más allá, la QH Mariela no soslaya ninguna pregunta, aunque sea compleja como cuando a asuntos de regularidad o del Ritual. Otro tema que parece apasionarle es la igualdad de la mujer, área a la que se ha abocado con fuerza desde sus dos roles directivos.

Según señala, permanecerá en el cargo de Gran Maestra hasta que la Asamblea de Maestras decida la forma de sufragar en pandemia. “Por Constitución y Reglamento permanezco en el cargo hasta que la próxima Serenísima sea Instalada”, señala.

Gran Maestra, usted es la máxima autoridad de la Gran Logia Femenina de Argentina desde 2016, más allá de la Pandemia, ¿Cómo han sido estos años? ¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de la Gran Logia Femenina Argentina en su periodo?
Sin contar este año de pandemia, fueron tres años de profundización del “federalismo masónico”. Visité casi todos los valles para ver cómo se vivía la masonería en cada ciudad de Argentina. Nadie “ puede venir a vender el diario de Yrigoyen” como decimos aquí en la Argentina porque junto a las Hermanas de la R.·. L.·. Hipatia N° 7, que es la Logia Femenina que recorre el país impartiendo docencia, conocí a la mayor parte de la Aprendizas, Compañeras y Maestras que componen cada una de las 18 Logias Femeninas de esta nación.

La pandemia, igual que en el resto del mundo, nos quitó las ceremonias, las Iniciaciones, los Aumentos de Salario, las Exaltaciones, la camaradería de los Pasos Perdidos, el canto, el baile y la amistad que siempre precede las instancias formales de reunión. Pero se ha ganado la posibilidad de trabajar a distancia entre todas. Desarrollamos un Ritual de
Contingencia para cada uno de los tres Grados y con estos hemos funcionado bien.

Este país es muy extenso y aunque la Masonería es una, cada valle la vive desde distinta manera, nos parece relevante conocer y respetar esa diversidad. También otro de los ejes de este periodo fue crear masonería en todo lugar donde hubiera una mujer que deseara ser masona.

Y el tercer eje de mi quehacer fue dar a conocer la Masonería Femenina Argentina en distintas instancias. Llevamos adelante varios eventos nacionales e internacionales. En mayo de 2017, con unos pocos meses de gestión organizamos CLIPSAS. Este evento internacional es el más importante de la masonería liberal universal.

Durante estos tres años también organizamos varios conversatorios e instancias docentes, partiendo por las Maestras. En el primero de ellos invitamos a las entonces Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de Chile, Carmen Mardones, y a la Gran Oradora, Marcela Sandoval, para pensar sobre los puntos donde había que hacer los énfasis de formación masónica. En general en estos años hubo mucho diálogo interno, con un carácter horizontal, con participación de los tres Grados y con las Masonerías de Chile y Uruguay… qué lindo escuchar sus voces, sus maneras particulares de hablar y de ver la vida…

En uno de los últimos conventos profundizamos el tema de los prejuicios y cómo las masonas estamos llamadas a superarlos. Este trabajo, muy hacia adentro, resultó interesante para pensarnos a nosotras mismas y las relaciones entre las masonas.

En 2019 también nos preparamos para el encuentro de Masonerías Femeninas de Latinoamérica (FAMAF) que se realizó en México donde surgió un tema relevante, la violencia hacia las mujeres, desde nuestra Gran Logia decidimos tratar la violencia intra institucional, ejercida por las propias masonas hacia sus Hermanas. Identificamos los momentos en que se suscita la violencia y analizamos por qué se produce y cómo hacer frente a este grave hallazgo. Por lo que gestamos instancias de acercamiento y reconciliación frente a diversos conflictos.

¿Esta violencia intra institucional se produce por un mal entendimiento del concepto de la jerarquía en masonería?
Sin duda, descubrimos muchos datos, indagamos dónde y las causas de la violencia interna, en la medida que uno conoce puede avanzar en soluciones. En México pudimos invitar a las Masonas de las Américas a mirar sus instituciones, si también está pasando y corregir el rumbo.

Lo importante es entender que, siendo una institución jerárquica, los cargos en la masonería son temporales, están por sobre las personas. Esto implica un trabajo de reconocimiento individual respecto de los egos. Los honores se rinden a los cargos, no a las personas, no podemos confundir la persona con el cargo.

¿Y cómo surgió la presidencia de FAMAF?
Mis Hermanas me escogieron para el cargo… he tratado de responder a la posición de presidencia con mucho trabajo. Tenemos que aprender a crecer juntas y fortalecer, con una creciente profundidad, la cadena de masonas de las Américas. Esto de la cadena universal será una realidad cuando el trabajo de FAMAF sea permanente y continúo entre las Grandes Logias, no solo entre coloquio y coloquio. Ahora ya estamos trabajando para el encuentro de 2022 en Santiago de Chile; en julio organizamos con una gran participación de Hermanas el Solsticio de ambos hemisferios, y este mismo encuentro se repetirá ahora en diciembre, en esta fecha tan significativa para las masonas y los masones que nos permite reencontrarnos con nuestros orígenes, de vivir el hecho que formamos parte de la Tierra, de la naturaleza.

¿Cuál es el objetivo central del trabajo de FAMAF?
Creo que la labor de forman conjunta en todo el continente es relevante crear una masa crítica de mujeres que piensan y trabajan en forma comprometida, si son masonas mejor. Nuestro rol fundamental es trabajar por la educación de las mujeres, y esto no solo tienen que ver con la instrucción masónica, que resulta imprescindible también, sino con el ejercicio de la independencia, de la libertad afectiva, económica, en todos los ámbitos. Y esto no significa necesariamente andar sola por la vida, implica constituirse en una mujer empoderada, que sabe lo que quiere, que va a la par con los hombres, que es escuchada y valorada… las mujeres tenemos que sortear techos de cristal, que recorrer suelos fangosos, resulta más difícil hacerlo con tacos. Por otra parte, la violencia hacia las mujeres es un tema del cual hay que hablar en nuestro continente, nuestras realidades son parecidas, en lo que a ese tema se resuelve. Entiendo, que hoy por hoy, hay muchos hombres que entienden esta brecha y cooperan para que no exista más.

La Masonería con su método simbólico de enseñanza nos estimula a pensar, a generar juicio crítico, a entender los fenómenos, a conocernos a nosotras mismas, a superar los prejuicios y las inequidades, a avanzar en Igualdad, en Libertad, con amor. Por ello trabajamos sin descanso por crear masonería en todas las naciones de nuestro continente donde todavía no ha llegado la luz masónica a las mujeres de esta tierra.

¿Cómo se está distribuyendo concretamente el trabajo, cada Oriente se hace cargo de un país donde no hay Masonería Femenina?
Chile trabaja con Perú y Panamá, tal como lo hizo en un comienzo con Argentina, Uruguay y Bolivia; estamos revitalizando la masonería en Cuba a través de Venezuela y México y este país trabaja también con Estados Unidos aunque ellas ya son Oriente independiente. Argentina hoy trabaja con Paraguay y estamos en conversaciones con Colombia a través de Uruguay.

¿Cómo son las relaciones con las demás organizaciones de mujeres masonas en otros continentes?
Tenemos una muy fluída comunicación con CLIMAF, que es el par de FAMAF en Europa… el sueño y el objetivo es avanzar hacia la creación de una organización mundial. Eso sí, queremos trabajar juntas sin perder nuestra identidad; no queremos otra colonización, ni filosófica ni ideológica, ni cultural, la idea es trabajar juntas pero independientes. Compartir nuestros sentires y realidades, compartir experiencias y darnos la oportunidad de crear espacios de trabajo conjunto.

¿Y qué sucede con la tan mentada regularidad, qué sucede con las organizaciones de mujeres masonas en este sentido, todas se reconocen entre ellas?
Yo dividiría el tema en dos cuestiones. Respecto de las Logias Masculinas, el año pasado en Chile, en el marco del primer Fraternitas de la República, se firmó el “Acuerdo de Santiago” entre los seis Grandes Maestros de las Grandes Logias masculinas y femeninas de Chile, Argentina y Uruguay. De este destaco el párrafo que indica “con el derecho de las mujeres a ser Iniciadas”… Esto es relevante porque muestra el reconocimiento de los varones ante una realidad insoslayable que en nuestro continente lleva ya varias décadas; y me parece interesante por el crecimiento de ellos, signo claro de evoluciión. Para nosotras es relevante ser reconocidas como tales ,fundamentalmente por nosotras mismas, la masonería femenina somos una realidad pujante y creciente.

¿Pero las Masonerías Femeninas se reconocen siempre entre ellas como tales?
Como FAMAF reconocemos las Grandes Logias que pueden mostrar una historia y una forma de funcionamiento con una Constitución, con reglamentos… Las masonas argentinas venimos de Chile, lo mismo las uruguayas y las bolivianas. A su vez Chile también tiene su historia.

¿Todas trabajan en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado?
Generalmente sí pero en la Constitución de la mayor parte de Logias Femeninas está escrito que eso es abierto. Hay algunas Grandes Logias que tienen talleres que trabajan en otros ritos, francés, algunos más esotéricos. En la Gran Logia de Argentina por ejemplo en este momento todas trabajamos bajo el Rito Escocés Antiguo y Aceptado pero hay movimientos para trabajar bajo el Rito Francés por parte de algunas Hermanas. Si esto lo permite la Constitución y los Reglamentos eso forma parte de la libertad, hay que dejar espacio a la diversidad en este sentido.

Los argentinos y los chilenos somos diferentes…
No hay masón que no se parezca a la idiosincrasia de su país, y eso es así. De hecho está en la Constitución de las Grandes Logias, que la Constitución, las Leyes y la institucionalidad de cada país debe respetarse como normativa básica.

¿Cuánta autonomía tienen las Logias respecto de la Gran Logia Femenina de Argentina?
Está legislado en la Constitución, que rige las funciones y los alcances de la autoridad de la Gran Maestra, el Consejo de la Orden, la Asamblea de Maestras, y a su vez la de las Logias que resultan autárquicas. Los talleres como sus Venerables Maestras y Oficiales deben hacer caso a los decretos y órdenes emanados del Consejo de la Orden y de su Gran Maestra.

¿Qué son los Colegios de Venerables?
Las Venerables Maestras y Ex Venerables Maestras se reúnen un par de veces en el año para socializar objetivos, programas, estudiar casos específicos, intercambiar trabajos… el objetivo es enriquecerse de la experiencia de las otras; es una instancia de crecimiento absoluto. También participan autoridades de la Gran Logia Femenina de Argentina, existe una presidenta del Colegio y se toman actas; es una instancia de docencia, gestión y camaradería de las autoridades de los talleres.

En téminos históricos la Masonería Femenina es muy reciente, ¿cuáles son sus sueños para la Masonería Femenina Latinoamericana?
La Masonería tiene que albergar la diversidad del mundo femenino, eso es lo que nos garantizará una larga vida: diversidad de edades, de pensamientos, de experiencias. Necesitamos la sapiencia de las más grandes y experimentadas, de su acervo; de la fuerza de las más jóvenes, y tiene que haber una generación intermedia que relacione estas voluntades en su justa medida. La Masonería necesita y se hace del simbolismo, de su historia, pero tenemos que sacarla todos los días a la calle; tiene que estar conectada con la contingencia, con la realidad de su país. Pienso también, de manera personal, que tenemos que es imprescindible que se escuche nuestra voz, la voz de las mujeres libre pensadoras en todos los estamentos que podamos, incluso ante situaciones que atañen a nuestros pueblos y gobiernos.

Nuestros países están atravesados por movimientos políticos, sociales y económicos , no podemos seguir subyugados a las grandes potencias, tenemos que pensar en nuestra Patria grande que es Latinoamérica, en vivir y crecer como verdaderos Hermanas y Hermanos. Esto puede trabajarse a través de la tolerancia y el respeto. El otro soy yo, aunque este en las antípodas de mi pensamiento, con el fiel compromiso de ser capaz de favorecer que el otro exprese su idea. Eso es lo que asegura la libertad real. Se dice que la pandemia nos ha quitado la libertad, o el Estado pudo haber tenido algún tipo de ingerencia, la libertad es un derecho por el cual se trabaja todos los días, y en todos los ámbitos en que participemos de forma individual o colectiva, por lo que también debemos sostener y propiciar todas las acciones que estén a nuestro alcance para asegurar la Igualdad y la Sororidad. A los Hechos Queridas Hermanas.

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